Hilo rojo
El hilo rojo se emplea como un talismán protector. Portar el hilo rojo puede atraer fortuna, repeler energías adversas y salvaguardarte de las malas intenciones ajenas.
* ¿Por qué debe ser rojo el hilo?
El color rojo se vincula con la pasión, el vigor, el fuego y la energía. Es percibido como un tono cálido y lleno de vida que puede estimular tanto el cuerpo como la mente. Energéticamente, el rojo se relaciona con el primer chakra, situado en la base de la espina dorsal, asociado con la supervivencia, la estabilidad y la vitalidad.
En contraste, el blanco se asocia con la pureza, la sencillez, la luz y la transparencia. Considerado un color frío y luminoso, puede tener un efecto sereno y tranquilizador. Energéticamente, el blanco se relaciona con el séptimo chakra, localizado en la corona de la cabeza, vinculado con la conexión espiritual y la conciencia elevada.
Los beneficios atribuidos al hilo rojo son de índole espiritual, enfocados en la protección y la suerte. Aunque no existen pruebas científicas que confirmen su eficacia, se cree que el hilo rojo nos protege como un escudo contra insectos antes de ser picados.
¿Cuál es su propósito?
El propósito del hilo rojo es que el hilo blanco oculto bajo la tintura roja, con su claridad y potencial, atraiga todo lo que pueda obstaculizar nuestro desarrollo y evolución (como envidias, mal de ojo, etc.), quedando retenido por el color rojo, brindando así protección y seguridad a quien lo porte en su muñeca izquierda.
Protección contra todo tipo de energías negativas y discordantes.
Hay una serie de pasos que se realizan en este proceso de atar el hilo rojo alrededor de la muñeca izquierda.
1. Haz una buena elección de quien va a anudarte el hilo rojo. No debería colocarlo cualquiera.
2. El hilo se envuelve en la muñeca izquierda y se cierra con 7 nudos.
3. Debemos comprometernos a no actuar o pensar de forma hiriente o negativa hacia nadie, ni tan siquiera, hacia nosotr@s mism@s. Recuerda que el hilo rojo protege de agresiones externas, pero también intenta protegernos de nuestro malos pensamientos, por el efecto calmante del color blanco que se esconde bajo el tinte rojo.